domingo, 12 de octubre de 2014

Guerra del Golfo Pérsico

Esta guerra que sucedió hace aproximadamente 20 años. Fue el primer gran conflicto internacional después de haber terminado la Guerra Fría.
Fue una guerra que empezó el 2 de agosto de 1990 y terminó el 28 de febrero de 1991. En esta guerra se involucraron una gran cantidad de países: 31 de la ONU e Iraq, Kuwait, Arabia Saudita e Israel. El bando enemigo era Iraq y los que deseaban acabar con la guerra fueron todos los restantes, liderados por Estados Unidos.
La guerra se dio básicamente por el descontento de la ONU hacia la invasión y anexión iraquí en el Estado de Kuwait.


Esta guerra está dividida en dos etapas principales que conforman la respuesta militar de los países aliados de la ONU contra Irak. La primera fue la Operación Escudo del Desierto y la segunda, que es la más importante, la Operación Tormenta del Desierto. Ambas etapas serán explicadas con detalle a lo largo del texto.
Durante mucho tiempo, antes de que estallara la Guerra del Golfo, Irak había estado reclamando a Kuwait que dicho territorio era parte de su país. Tal afirmación se basaba en el hecho de que lo que actualmente es Kuwait, en la época del Imperio Turco Otomano,  allá por el siglo XIII, pertenecía a Irak. Dicha aseveración era una barbaridad. De hecho, si Kuwait tuviera que pertenecer a alguno de sus países fronterizos, sería a Arabia Saudita más que a Irak, por su posición geográfica. Así que por ese lado los iraquíes no se podían apoyar porque iban a salir perdiendo.


En realidad, no es la primera vez que Irak niega la independencia de Kuwait. En 1961, cuando el Reino Unido concedió formalmente la independencia a Kuwait, porque antes era una provincia británica, hubo un reclamo territorial por parte del gobierno iraquí, por lo que se hizo necesaria la presencia de tropas británicas para impedir una invasión de su parte. Dos años después, en 1963, Irak aceptó formalmente la independencia del país. Y hasta 1990 se renovaron los reclamos territoriales dando lugar a la Guerra del Golfo Pérsico.


jueves, 9 de octubre de 2014

Guerra de Vietnam

La guerra de Vietnam llamada también Segunda Guerra de Indochina o Guerra contra los Estados Unidos para los vietnamitas, por lo que "Guerra de América " es una mala traducción por ser un calco del inglés "América" en vez de "Estados Unidos" que es más exacto. Fue un conflicto bélico librado entre 1959 y 1975 para impedir la re-unificación de Vietnam bajo un gobierno comunista. Participó la República de Vietnam con el apoyo de Estados Unidos y otras naciones, contra la guerrilla local del Frente de Liberación de Vietnam y el ejército de la República Democrática de Vietnam, respaldados por China y principalmente por la Unión Soviética. Se calcula que murieron entre un millón y 5,7 millones de personas, Estados Unidos perdió 58.159 hombres y 1700 desaparecidos, lo que representa la contienda más larga en la que se han visto envueltos hasta la Guerra de Afganistán.


El conflicto comenzó por un intento de unificar las dos "Vietnam" en un único país controlado por un gobierno comunista aliado de la URSS y China. Lo anterior, unido a una sucesión de gobiernos apoyados por Estados Unidos, provocó el levantamiento de armas de varios grupos comunistas apoyados por la extinta Unión Soviética y la China de Mao, que se unieron bajo el auto denominado "Frente de Liberación Nacional", Viet Cong . La guerra se dividió en cuatro momentos: la inicial, con pérdidas de territorio por Saigón; una segunda protagonizada por la entrada masiva de los Estados Unidos donde recuperó parte de lo perdido; una tercera, tras los sucesos de 1968, caracterizada por la retirada progresiva estadounidense y la última, iniciada con los Acuerdos de paz de París en 1973, protagonizada por el avance paulatino del FNL y el Ejército de la República Democrática de Vietnam. Todo concluyó con la toma de Saigón y la posterior unificación del país el 2 de julio de 1976 bajo el nombre de la República Socialista de Vietnam. Las tres primeras etapas se distinguieron por transcurrir sin la formación de las tradicionales líneas de frente, donde proliferaron acciones terroristas y la guerra de guerrillas, frente a las misiones de «búsqueda y destrucción», el uso de bombardeos masivos y el empleo extensivo de armas químicas, por parte de los Estados Unidos. La última fase fue una guerra convencional. Pero el fin de la contienda solo resultó una pausa en los enfrentamientos de Indochina. Después se producirían las invasiones de Camboya y Laos por Vietnam y de este por China. Por el contrario Estados Unidos vivió un repliegue de la política exterior.



La cobertura de la contienda realizada por los medios de comunicación fue permanente, estando considerado como el primer conflicto televisado de la Historia. Esto permitió la denuncia de las frecuentes violaciones y abusos contra los Derechos Humanos cometidos por los dos bandos. Pero se discute si dicha cobertura constituyó la causa principal de la creciente oposición de parte de la opinión pública occidental hacia la intervención estadounidense, lo que unido a ser la primera derrota militar de los Estados Unidos, creó un sentimiento de mala conciencia en el pueblo estadounidense, el llamado Síndrome de Vietnam, por considerar haber librado una guerra injusta. El Síndrome dio paso a un movimiento pacifista y se prolongó hasta los mandatos de Ronald Reagan. La Guerra de Vietnam se convirtió en un icono, y aún hoy lo sigue siendo de los grupos sociales y partidos de izquierda de gran parte del mundo.

Guerra fría

La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico, social, militar, informativo e incluso deportivo iniciado al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuyo origen se suele situar en 1947, durante las tensiones de la posguerra, y se prolongó hasta la disolución de la Unión Soviética, entre los bloques occidental-capitalista liderado por Estados Unidos, y el oriental-comunista liderado por la Unión Soviética. Las razones de este enfrentamiento fueron esencialmente ideológicas y políticas.



Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos, que se comprometieron, marcaron significativamente gran parte de la historia de la segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias ciertamente deseaban implantar su modelo de gobierno en todo el planeta.
Ninguno de los dos bloques tomó nunca acciones directas contra el otro, razón por la que se denominó al conflicto «guerra fría».


En el sentido específico de señalar las tensiones geopolíticas entre la Unión Soviética y Estados Unidos, el término Guerra Fría ha sido atribuido al financiero estadounidense y consejero presidencial Bernard Baruch. El 16 de abril de 1947, Baruch dio un discurso en el que dijo «No nos engañemos: estamos inmersos en una guerra fría». El término fue popularizado también por el columnista Walter Lippmann con la edición en 1947 de un libro titulado Guerra fría.

Guerra de corea

La Guerra de Corea fue una guerra librada de 1950 a 1953 entre Corea del Sur, apoyada por los Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas, contra Corea del Norte, apoyada por la República Popular China, con ayuda de la Unión Soviética. La guerra fue el resultado de la división de Corea por un acuerdo de los victoriosos Aliados de la Segunda Guerra Mundial tras la conclusión de la Guerra del Pacífico al final de la Segunda Guerra Mundial. La península de Corea había permanecido ocupada por Japón desde 1910 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, pero tras la rendición incondicional del Imperio del Japón, los estadounidenses dividieron la península por el Paralelo 38, el norte del cual quedó ocupado por tropas soviéticas y el sur por tropas estadounidenses.



El fracaso de la celebración de elecciones libres en toda la península en 1948 acentuó la división entre ambas partes, y el norte estableció un gobierno comunista. El paralelo se convirtió todavía más en una frontera política entre ambas Coreas. Aunque las negociaciones para la reunificación continuaron en los meses anteriores a la guerra, la tensión se intensificó con escaramuzas transfronterizas e incursiones en el Paralelo 38. La escalada de tensión degeneró en una guerra abierta cuando Corea del Norte invadió Corea del Sur el 25 de junio de 1950, en lo que suponía el primer conflicto armado serio de la Guerra Fría.
La Organización de las Naciones Unidas, y particularmente Estados Unidos, acudieron en ayuda de Corea del Sur para repeler la invasión. A pesar de ello, en sólo dos meses los defensores fueron empujados al Perímetro Pusan, un área pequeña en el extremo sur de la península, antes de que los norcoreanos fueran detenidos. Una rápida contraofensiva de las Naciones Unidas devolvió a los norcoreanos más allá del Paralelo 38, casi hasta el río Yalu, y entonces entró en el conflicto la República Popular China del lado del Norte. Los chinos lanzaron una ofensiva que forzó a las Naciones Unidas a volver al otro lado del Paralelo 38, para lo que Unión Soviética ayudó con material militar a los ejércitos chino y norcoreano. En 1953 la guerra cesó con un armisticio que restauró la frontera entre las Coreas cerca del Paralelo 38 y creó la Zona desmilitarizada de Corea, una franja de 4 km de anchura entre ambos países. Diversos rebrotes de lucha se siguen produciendo hasta la actualidad.


Con las dos Coreas auspiciadas por potencias extranjeras, la Guerra de Corea fue una guerra subsidiaria. Desde el punto de vista de la ciencia militar, combinó estrategias y tácticas de la Primera y la Segunda guerras mundiales: comenzó con una campaña móvil de rápidos ataques de infantería seguidos por incursiones de bombardeos aéreos, pero se convirtió en una guerra estática de trincheras desde julio de 1951.

martes, 7 de octubre de 2014

Segunda guerra mundial

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad, con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.





El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio Británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En virtud de los acuerdos firmados entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941 las potencias europeas del Eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 1937 y pretendía expandir sus dominios en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el Océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.




El avance de las fuerzas del Eje fue detenido por los Aliados en 1942 tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas territoriales e invadía Alemania y sus aliados.
La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los Estados Unidos y la invasión del Archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos y la invasión soviética de Manchuria, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945 cuando Japón aceptó la rendición incondicional.





La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La ONU fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.

Revolucion rusa

El término Revolución rusa agrupa todos los sucesos que condujeron al derrocamiento del régimen zarista y a la instauración preparada de otro, leninista, a continuación, entre febrero y octubre de 1917. En gran medida inducida por la Primera Guerra Mundial, la Revolución rusa fue un acontecimiento decisivo y fundador del "corto siglo XX" abierto por el estallido del macroconflicto europeo en 1914 y cerrado en 1991 con la disolución de la Unión Soviética. Objeto de simpatías y de inmensas esperanzas por unos, también ha sido objeto de severas críticas, de miedos y de odios viscerales. Sigue siendo uno de los acontecimientos más estudiados y más apasionadamente discutidos de la historia contemporánea.
Previamente a 1917, el antiguo Imperio ruso se regía bajo un régimen zarista, autocrático y represivo desde hacía tres siglos cuando, en 1613, se instauró en el país la Dinastía Románov.




La abolición de la servidumbre promulgada en 1861 por parte del zar Alejandro II fue la primera muestra de las fisuras del antiguo sistema feudal. Una vez liberados, los antiguos siervos se desplazaron a las ciudades, convirtiéndose así en mano de obra industrial.
A comienzos del siglo XX, el desarrollo de la industria rusa era cada vez mayor, favoreciendo el crecimiento de las ciudades y una creciente efervescencia cultural: el antiguo orden social se tambaleaba, agravando las dificultades de los más pobres. Las industrias florecían y la creciente clase obrera se aglutinaba principalmente en las ciudades, pero la prosperidad del país no había representado beneficio alguno para la mayoría de la población.
La economía en su conjunto seguía siendo arcaica. El valor de la producción industrial en 1913 era dos veces y media menor que el de Francia, seis veces menor que el de Alemania y catorce veces menor que el de Estados Unidos. La producción agrícola continuaba siendo deficiente y la falta de transportes paralizaba cualquier intento de modernización económica. El PIB per cápita en aquella época era inferior al de Hungría o al de España y, aproximadamente, suponía una cuarta parte del de Estados Unidos. Además, el país estaba dominado sobre todo por capital extranjero, poseyendo este casi la mitad de las acciones rusas. El proceso de industrialización fue violento y mal aceptado por los campesinos, que habían sido bruscamente proletarizados. La clase obrera naciente, aunque numéricamente pequeña, se concentraba en las grandes zonas industriales, lo que facilitó la creciente conciencia revolucionaria.



El Imperio Ruso seguía siendo un país esencialmente rural. Si bien una parte de los campesinos, los kuláks, se había enriquecido y constituido una especie de clase media rural con el apoyo del régimen; el número de campesinos sin tierra había aumentado, creando así un auténtico proletariado rural receptivo a ideas revolucionarias. Incluso después de 1905, un diputado de la Duma señaló que en muchos pueblos, la presencia de chinches y cucarachas en los hogares se percibía como signo de riqueza.

domingo, 5 de octubre de 2014

Primera guerra mundial

La Primera Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra, fue una guerra desarrollada principalmente en Europa, que comenzó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918. Hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada Gran Guerra o simplemente Guerra Mundial. En Estados Unidos originalmente se la conoció como Guerra Europea. Más de 9 millones de combatientes perdieron la vida, una cifra extraordinariamente elevada, dada la sofisticación tecnológica e industrial de los beligerantes, con su consiguiente estancamiento táctico. Está considerado el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad. Tal fue la convulsión que provocó la guerra, que allanó el camino a grandes cambios políticos, incluyendo numerosas revoluciones con un carácter nunca antes visto, en varias de las naciones involucradas.


Recibió el calificativo de Mundial, porque en ella se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas opuestas. Por un lado se encontraba la Triple Alianza, formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-Hungría, no se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación agresora que desencadenó el conflicto. Por otro lado se encontraba la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio Ruso. Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, Japón y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio Otomano y Bulgaria se unieron a las Potencias Centrales. En total, más de 70 millones de militares, incluyendo 60 millones de europeos, se movilizaron y combatieron en la guerra más grande de la historia.

Aunque el imperialismo que venían desarrollando desde hacía décadas las potencias involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria. Su verdugo fue Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este suceso desató una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió por todo el mundo.


El 28 de julio, los austro-húngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de Serbia. Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica, que se había declarado neutral, y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, iniciándose una guerra de desgaste en las que las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido como Frente Occidental. En el Frente Oriental, el ejército ruso logró algunas victorias frente a los austro-húngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio Otomano entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes en el Caúcaso, Mesopotamia y el Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumania en 1916 y Estados Unidos en 1917.

Tras años de relativo estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917 con la caída del gobierno ruso tras la Revolución de Febrero y a la firma de un acuerdo de paz entre la Rusia revolucionaria y las Potencias Centrales tras la célebre Revolución de Octubre en marzo de 1918. El 4 de noviembre de 1918, el Imperio Austro-Húngaro solicitó un armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a principios de 1918 a lo largo de todo el Frente Occidental, los Aliados hicieron retroceder a los alemanes en una serie de exitosas ofensivas. Alemania, en plena revolución, solicitó un armisticio el 11 de noviembre de 1918, poniendo fin a la guerra con la victoria aliada.



Tras el fin de la guerra, cuatro grandes imperios dejaron de existir, el alemán, ruso, austro-húngaro y otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos últimos se desmantelaron. El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron completamente y varias naciones se independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial también se fraguó la Revolución rusa, que concluyó con la creación del primer Estado autodenominado socialista de la historia, la Unión Soviética. Se fundó la Sociedad de Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal magnitud se volviera a repetir. Sin embargo, dos décadas después estalló la Segunda Guerra Mundial. Entre sus razones se pueden señalar: el alza de los nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados democráticos, la humillación sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis económicas y, sobre todo, el auge del fascismo.



Revolucion francesa

La Revolución francesa fue un conflicto social y político, con diversos periodos de violencia, que convulsionó Francia y, por extensión de sus implicaciones, a otras naciones de Europa que enfrentaban a partidarios y opositores del sistema conocido como el Antiguo Régimen. Se inició con la autoproclamación del Tercer Estado como Asamblea Nacional en 1789 y finalizó con el golpe de estado de Napoleón Bonaparte en 1799.


Si bien la organización política de Francia osciló entre república, imperio y monarquía constitucional durante 71 años después de que la Primera República cayera tras el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte, lo cierto es que la revolución marcó el final definitivo del absolutismo, y dio a luz a un nuevo régimen donde la burguesía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en la fuerza política dominante en el país. La revolución socavó las bases del sistema monárquico como tal, más allá de sus estertores, en la medida en que lo derrocó con un discurso capaz de volverlo ilegítimo.
En términos generales fueron varios los factores que influyeron en la Revolución: un régimen monárquico que sucumbiría ante su propia rigidez en el contexto de un mundo cambiante; el surgimiento de una clase burguesa que nació siglos atrás y que había alcanzado un gran poder en el terreno económico y que ahora empezaba a propugnar el político; el descontento de las clases populares; la expansión de las nuevas ideas ilustradas; la crisis económica que imperó en Francia tras las malas cosechas agrícolas y los graves problemas hacendísticos causados por el apoyo militar a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos. Esta intervención militar se convertiría en arma de doble filo, pues, pese a ganar Francia la guerra contra Gran Bretaña y resarcirse así de la anterior derrota en la Guerra de los Siete Años, la hacienda quedó en bancarrota y con una importante deuda externa. Los problemas fiscales de la monarquía, junto al ejemplo de democracia del nuevo Estado emancipado precipitaron los acontecimientos.
Desde el punto de vista político, fueron fundamentales ideas tales como las expuestas por Voltaire, Rousseau o Montesquieu. Todo ello fue rompiendo el prestigio de las instituciones del Antiguo Régimen, ayudando a su desplome.



Desde el punto de vista económico, la inmanejable deuda del Estado fue exacerbada por un sistema de extrema desigualdad social y de altos impuestos que los estamentos privilegiados, nobleza y clero no tenían obligación de pagar, pero que sí oprimía al resto de la sociedad. Hubo un aumento de los gastos del Estado simultáneo a un descenso de la producción agraria de terratenientes y campesinos, lo que produjo una grave escasez de alimentos en los meses precedentes a la Revolución. Las tensiones, tanto sociales como políticas, mucho tiempo contenidas, se desataron en una gran crisis económica a consecuencia de los dos hechos puntuales señalados: la colaboración interesada de Francia con la causa de la independencia estadounidense y el aumento de los precios agrícolas.






jueves, 2 de octubre de 2014

Colonización de Europa a America

La colonización europea de América comenzó a finales del siglo XV después de que Cristóbal Colón, llegara en 1492 con el apoyo de la Corona de Castilla. A partir de ahí, el Imperio español, el Imperio portugués, y desde comienzos del siglo XVII el Imperio Británico, Francia y los Países Bajos, conquistaron y colonizaron una gran parte del territorio americano, sometiendo a sus pobladores nativos.


El Imperio español y el Imperio portugués fueron los primeros en realizar la conquista, y se asentaron principalmente en el sur de Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica. España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. En el Caribe, dominó sobre todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo a la península de Florida dentro de sus posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, tomó posesión por la fuerza de los grandes estados existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse del Imperio azteca, en el actual México, estableciéndose en sus ciudades, además de dominar a tlaxcaltecas, tarascos, mixtecas y zapotecas. A partir de ahí controló una gran parte de América Central, dominando a las poblaciones de lengua maya, a los pipiles, los niquiranos y los pueblos de habla ngäbe de Veragua. Desde Panamá se emprendió la conquista de la zona andina de América del Sur hasta la zona central del actual Chile. Al mismo tiempo, en busca de la Sierra de la Plata y las tierras del Rey Blanco, se fundaron ciudades en el estuario del Plata y sobre las márgenes de los ríos Paraná y Paraguay, siendo la más importante de ellas; Asunción.



Portugal se apropió de la mayor parte de la franja costera atlántica de la parte norte de América del Sur, que más tarde originaría el Estado de Brasil. Inglaterra estableció trece colonias en la franja costera atlántica norteamericana, además de en algunas islas caribeñas. Francia ocupó la actual Guayana Francesa en Sudamérica, Luisiana en el Golfo de México, algunas islas del Caribe, y la región canadiense de Quebec. Holanda estableció colonias en Norteamérica, norte de América del Sur y algunos asentamientos en islas caribeñas.



Guerra de los 100 años

La Guerra de los Cien Años fue un conflicto armado que duró 116 años (1 de enero de 1337 - 17 de octubre de 1453) entre los reinos de Francia e Inglaterra. Esta guerra fue de raíz feudal, pues su propósito no era otro que resolver quién controlaría las enormes posesiones de los monarcas ingleses en territorios franceses desde 1154, debido al ascenso de Enrique II Plantagenet, conde de Anjou, al trono inglés. Tuvo implicaciones internacionales y finalmente, después de numerosos avatares, se saldó con la retirada inglesa de tierras francesas.


La rivalidad entre Francia e Inglaterra provenía de los tiempos de la Batalla de Hastings, cuando la victoria del duque Guillermo de Normandía le permitió adueñarse de Inglaterra. Ahora los normandos eran reyes de una gran nación y exigirían al rey francés ser tratados como tales, pero el punto de vista de Francia no era el mismo: el Ducado de Normandía siempre había sido vasallo, y el hecho de que los normandos hubiesen ascendido al trono de Inglaterra no tenía por qué cambiar la sumisión tradicional del ducado a la corona de París.



A mediados del siglo XII, los duques normandos fueron reemplazados por la dinastía Anjou, condes poderosos que poseían grandes territorios en el oeste y sudoeste de Francia. El rey angevino inglés Enrique II era de hecho más poderoso que su supuesto señor, el rey de Francia, porque gobernaba un imperio mucho más rico y productivo. En su lucha por limitar el poder de los soberanos ingleses, el rey de Francia Felipe Augusto apoyó la rebelión de uno de los hijos de Enrique II, Ricardo Corazón de León, que lo sucedió en el trono en 1189.









¿que es esto?

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